lunes, 9 de mayo de 2011

Parte 8

Mientras Aurinko agitaba los brazos de un lado a otro  Sckaifer se preguntaba a si mismo como es que pudo haberse desviado de su rumbo   en vez de apresurarse para ir hacia Lion Teeth.

Aurinko gritaba el nombre de aquel extraño señor, sin darse cuenta se tropezó con una piedra, digamos unos 2 cm de diámetro aproximadamente.
Sckaifer, Eld y Wasser veían como Aurinko Rodaba descontroladamente por la colina, Sckaifer la miraba secamente sin mayor preocupación, se acerco hacia la piedra con la que se tropezó... y la tomo  con una mano  diciendo
-vaya que es torpe...-
-¡Sí! solo ella podía resbalar con tan diminuto obstáculo...- dijo la gota
-¡me pregunto, como fue posible que diera tantas patadas en el aire y… enserio tropezar y rodar todo por una piedrita insignificante!- dijo alterada la pluma.
-¿y qué? ¿no te preocupas por uno? dime! ah! eso si todos se preocupan por los humanos! se creen mucho con sus cuatro extremidades y rebosantes de despreocupación por el mundo!, no se fijan que también somos seres vivos?, tenemos sentimientos!-gritaba la pequeña piedra.
...
Una brisa fresca movía las hojas de los árboles y dejaba que el pasto se rosara entre sí, dejando caer un silencio incomodo y lleno de duda
...
-¿pue...Puedes hablar?- dijo miedosamente la gotita acercando su frasquito a la piedra
-¡claro que sí! ¡Así como tú puedes hablar!-
Pero el no es una gota cualquiera él es.- fue interrumpida la pluma por Sckaifer y este a su vez dijo algo tenso
-el es agua y solo eso, lamento que mi... ahm... conocida, se tropezara y dañara tus sentimientos.
-BIEN- dijo la piedra y con esto dicho dio un salto de la palma de Sckaifer y se marchara dando saltitos
-¡Sckaifer!, ¡Sckaifer! ¡Acércate! ¿Qué haces ahí parado? ¿Le hablas al pasto? jajá-gritaba aurinko
-te sorprenderías con quien tuvimos una corta y amena charla - les susurro la pluma a el joven viajero y la gotita compañera.

-en un momento bajamos- gritaron al unisonó los tres.
-¿Bien y que los trae por aquí?, no me digan yo lo sé-
Verán  he visto como se aproximaban a esta mi humilde morada  pero lamento decirles que no puedo contarles el por qué de su destino-
Sckaifer  miro detenidamente a aquel anciano que le platicaba sobre su  destino como si se conocieran.
-¿Para empezar quien es usted?, ¿por qué se atreve a hablar así de mi destino?, ¡¿usted eran esos ojos  de aquel bosque verdad?! - replicaba Sckaifer
-Te equivocas, yo soy un simple hombre que tiene vagas imágenes del futuro y pasado, lamentablemente no puedo controlar este “Don” que se me otorgo, a diferencia de mi amigo  el oráculo del Sur, si aquellos ojos  con los que se toparon en el bosque Tornasol-
-uh, con que así se llama aquel bosque…- susurro la gota
- Joven viajero,  si el oráculo se interpuso en tu camino deberías considerarte suertudo pues entonces  te espera un viaje lleno de emoción pero también peligro, el Oráculo es un antiguo colega muy cotizado por cierto… en fin  buen viaje Joven viajero-
-PERO! apenas si vamos llegando!! – exclamo  Eld brillando de un “rojo coraje”.
- bien vengan, pasen quizás esta sea una larga charla- dijo el hombre de vestimentas ocre y de calva notable-
Nuestros protagonistas iniciaban la plática con aquel peculiar personaje sin sospechar que desde fuera de la ventana los veía un cuervo de ojos un tanto extraños, aquel cuervo  contaba con un pelaje brillante negro hollín  que dejaban resaltar un par de plumas azul turquesa.,
-¿Son ellos verdad?- dijo una voz en la oscuridad
-se ven fáciles de vencer, no serán problema para nosotros, mucho menos para usted alteza- dijo una voz más grave.
Aquellas voces se encontraban en un salón inmenso lleno de oscuridad, la única luz  en todo el salón provenía de un  inmenso ovalo de cristal con cortes de oro, aquel ovalo proyectaba lo que el cuervo veía desde la ventana en la cabaña donde se encontraba Sckaifer.
Como la ventana estaba cerrada el cuervo no podía escuchar la conversación de nuestros protagonistas.
-Es inútil intentar escucharlos, y entrar en la cabaña sería imprudente, busca otro punto de referencia “Korb”- decía una voz desde el medio del salón.
-a la orden su majestad- decía el cuervo mientras emprendía el vuelo.
-¿Señor cual será nuestro siguiente movimiento?-
-un paso a la vez Charles, sabes cómo soy de cuidadoso no dejare que haya ningún error, no en mi Reino…-
-Como usted ordene Señor, ya escucharon al príncipe Adler, ningun movimiento en falso - resonaba la grave voz en toda la sala-
Un pico se asomaba a la estela del ovalo gigante.
-Incrédulo el que se mete en mi camino- susurraba el pico regresando a las sombras…
Dentro de la cabaña  Sckaifer dijo:

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