lunes, 18 de abril de 2011

Parte 7

-Bueno...- Aurinko dio un pequeño suspiro y prosiguió -vengo de un pueblo llamado Bistrot...-dijo ésta con la mirada un poco perdida en el infinito.
-¿Y por qué huías de esos hombres?- preguntaron extañados Eld y Wasser.
-Pues, porque...- hizo una pausa y levantó la vista hacia ellos con los ojos vidriosos. - Perdónenme, pero ahora no puedo contarles, no me siento capaz pero les prometo que lo haré, tarde o temprano todo sale a la luz. Pero esten seguros de que yo no he hecho nada malo.- Dijo ésta tratando de esconder las lágrimas en sus ojos con una gran sonrisa 
- Esta bien, no te precionaremos pero tendrás que contarnos - dijo en forma de puchero Wasser.
-¿Crees que esos hombres vuelvan a aparecer?-preguntó ahora Sckaifer muy serio.
-Pues, no lo sé, pero si aparecen de nuevo ustedes tienen que dejarme sola, no tienen que saber que ustedes hablan - dijo ésta mas seria y diciendo esto en forma de orden.
- Pero si guardamos silencio no hay problema, no hay ne... - pero Eld fue interrumpida por Aurinko
-He dicho que si aparecen me dejen sola,  ¿a poco creen que un tipo que trae una pluma enorme en la espalda, no habla con nadie y ademas no se ve mucho de su cara, no levanta sospechas? - dijo esta ya con un tono un poco histérico.
-Ok, pero dinos de perdido quiénes son esos hombres - dijo Sckaifer con una mirada muy seria 
-Pues... se les podría decir ladrones, pero estos no roban cosas materiales, estos te roban cualquier habilidad que tengas o cosas por el estilo y si no se las quedan ellos, las venden- dijo Aurinko con voz melancólica.
-¡¿PERO CÓMO HACEN ESO?!-dijo sobredaltada Eld
-Pues no lo sé bien, pero sé que cuando tienen a alguien en la mira no descanzan hasta conseguir lo que  quieren de esa persona, por eso no quiero que los vean.
-Bueno, entoces ya aclarado esto continuemos, que nos hemos retrasado - decía Sckaifer mientras salía del bosque.
-Cambiando de tema - decia Auinko mientras aceleraba el paso ya que Sckaifer se habia adelantado- yo conozco a alguien que nos podría decir qué era la cosa esa que se nos apareció en el bosque.
-¡¿En serio?! ¿y podría explicarnos todas esas cosas raras que dijo?- decia Wasser con un tono muy curioso.
-Claro, él me ha dado muchos consejos y me ha ayudado mucho cuando tengo problemas, hasta podría ayudarme para contarles quién soy- decía esta con una gran sonrisa.
-Pues vamos ¿verdad, Sckaifer?- decian Eld y Wasser.
-Si tanto insisten -decía con voz de resignación, ya que sabía que si se oponía, estos no dejarían de molestar en querer ir.
-Bueno pues, vamos. Su casa se encuentra pasando esa colina - decía Auinko apretando más el paso.
Así que Sckaifer tuvo que ir más aprisa ya que ésta iba demasiado rápido.
Al llegar a la cima de la colina, vieron una cabaña muy bonita a orillas de un riachuelo que nacía de una de las colinas cercanas y desembocaba en un lago no muy lejos de la cabaña.
-¡Hola, Hurley! He venido con unos amigos - decía Auinko frente a la puerta mientras agitaba con pass chistosos, los pequeños cascabeles que se encontraban en la punta de los triángulos que formaban su falda.

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