jueves, 19 de mayo de 2011

Parte 10

...se encontró con Aurinko, quien estaba sentada al borde de una cama que estaba casi al ras del suelo.
-¿Eh? - exlcamó Sckaifer - ¿no se supone que estabas en tu habitación?
-Quería hablar contigo - respondió Aurinko mirando a Sckaifer e inmediatamente bajó la mirada. Sckaifer dio unos pasos adelante y cerró la puerta detrás de él muy suavemente para no despertar ni a Wasser ni a Eld.
-Dime - dijo vacilante, Sckaifer.
-Lo que pasa es que... - Aurinko pareció dudar mucho de lo que diría a continuación.
-¿Qué sucede?
Después de unos segundos más de pensarlo, por fin habló.
-No creo que este lugar sea muy seguro - dijo recobrando una seguridad que pareció sacada de la nada. - Hace rato vi algo que me pareció sospechoso.
-¡¿Qué cosa?! - preguntó Sckaifer en el lapso de tiempo que Aurinko dejó para crear suspenso.
-No sé si me estaré volviendo loca, pero me pareció que un cuervo nos vigilaba desde afuera. Y por alguna razón eso no me da un buen presentimiento. - Se movió un poco para que Sckaifer puediera sentarse en la cama.
-¿Un cuervo vigilándonos? - dijo Sckaifer. - Bueno... si hay piedras, plumas y gotas parlanchinas ¿por qué no iba a haber un cuervo espía?...
Aurinko rió disimuladamente y continuó:
-Por si las dudas, mejor cerraré las cortinas, y te aconsejo que hagas lo mismo. Ya te dije, si quienes yo creo están detrás de nosotros, no descansarán hasta atraparnos.
-Lo mejor será salir de aquí cuanto antes - irrumpió Sckaifer.
-Podemos salir en la mañana - respondió Aurinko -. Ellos no han de estar cerca y ese cuervo solo es un espía, lo que quiere decir que quienes nos preocupan en serio no están cerca; y no se moverán hasta estar seguros de que encontraron lo que buscan y tengan un buen plan para obtenerlo. Por eso considero que tenemos un poco de tiempo.
-Además - dijo una tercera vocecilla - necesitamos descansar.
-¡Eld! - bramó Sckaifer - Pensé que estabas dormida.
-Recuerda que tengo el sueño ligero. A comparación de otros - dijo volteando a ver a Wasser.
-En fin - prosiguió Aurinko - deberíamos irnos a dormir. Mañana seguiremos nuestro camino.
-De acuerdo - dijo un no muy convencido Sckaifer.
Eld se mostró de acuerdo con esta decisión.
-Muy bien, esta decidido. - Dijo Aurinko. Les dió las buenas noches y salió del cuarto.
Se quedó en el pasillo un momento, recargada en la pared. No era eso lo que quería hablar con Sckaifer, sino pedirle disculpas por evitar hablar de su familia y mencionar algunas cosas sobre eso mismo. Era tan difícil hablar de eso con alguien más. Pero quería dejar esa barrera y hablarlo con alguien, y pensó que tal vez podría hacerlo con Sckaifer, pero se arrepintió en el último momento y mencionó lo que había olvidado decir un buen rato antes.
Después de eso, la noche transcurrió tranquilamente. Eld se volvió a dormir y Sckaifer cayó rendido en el colchón que estaba casi en el suelo. Al despertar, notó algo que no había notado antes: lo que había en la habitación. Había estado muy ocupado pensando en lo que dijo Aurinko y el sueño no lo dejó percatarse de otras cosas. Estaba en una habitación espaciosa, perfecta para unas 3 personas. Había estantes con libros viejos y algunos utensilios que no tenían un uso obvio. Una mesa vieja, pero daba la impresión de poder durar algunas décadas más, estaba en una de las esquinas opuestas a la cama y sobre ella había unos frasquitos con sustancias de diferentes colores, pero un frasquito llamó mucho la atención de Sckaifer. Estaba detrás de unos papeles, brillaba mucho pero no podía ver desde ahí sentado lo que había dentro. Así que se paró y se acercó a la mesa. "No creo que haya problema si solo veo que hay dentro" pensó y movió los papeles para poder tomar el frasquito y acercarcelo a la cara, pues el sueño aún lo tenía con la vista un poco borrosa.
Se llevó una gran sorpresa cuando vió lo que había dentro del frasquito: una flamita de un rojo intenso que lo miraba con los mismos ojos abiertos como platos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario