sábado, 10 de marzo de 2012

Parte 28

Rápidamente Sckaifer reapareció justo enfrente de Eld que yacía con el cabello de un rojo tan intenso que podría decirse en cualquier momento se tornaría amarillo como el primer rayo de luz al amanecer, este le  cubría completamente  el rostro, aurinko trataba de ver hacia donde estaba Sckaifer pero el brillo proveniente de Eld se hacía intenso cada vez más  obligándola a  entrecerrar los ojos.
-¡Eld!- grito Wasser mientras salía de su frasquito y se posaba en una de las tiras de aquella traslucida telaraña de hielo, casi al contacto de la gotita la telaraña emitió un crujido hueco parecido al de un vidrio rompiéndose tras una intensa ráfaga de viento dejando caer a Eld en brazos de Sckaifer mientras su prisión caía hecha pequeñas astillas heladas.
La habitación se ilumino completamente, pisadas y gritos de los presentes se incrementaban hasta convertirse en alaridos por la sofocante intensidad de luz que irritaba y calaba en los ojos como  si hubieran  estado en un túnel oscuro y de pronto salían a la  claridad del sol., la claridad rápidamente se desvanecía dejando a los hombres pájaro, a klang y al resto tallándose los ojos.
-Menos mal que aun me quedaba una de mis bombas de humo y aparición- decía Lav mientras ponía sus manos en las piernas y respiraba agitadamente.
-al menos estamos fuera de  ahí, hay que buscar una forma de salir de aquí lo más rápido posible, pronoto los guardias empezaran a buscarnos y cada segundo es preciado- decía alarmada Aurinko mientras se apoyaba en un peldaño.
Sckaifer que aun estaba con los ojos cerrados abrazando fuertemente a Eld se percato que una brisa fresca le recorría el rostro, estaban en una de las torres más altas del castillo y rápidamente alzo la vista para ver el lugar pero por alguna razón sintió menos peso entre sus brazos.
-así que ha regresado a su forma portable- decía Brann con cierta desdicha
- es mejor así, lo más seguro es que llegamos antes de que el ritual de transformación se completara, no era seguro para Eld estar en su forma humana después de estar tan agotada- le respondía Wasser a Brann- sin embargo debemos llevarla a un lugar  donde pueda reposar – concluyo con preocupación.
Sckaifer aun perplejo ignorando la conversación  de los demás veía en sus brazos a Eld que yacía inmóvil y en su forma de pluma… le susurro algo tan bajo que los demás no pudieron escucharlo, la abrazo y con cuidado la puso de nuevo en su espalda, parándose con cuidado aun aturdido miro como el sol se ocultaba al parecer el tiempo transcurrió mas rápido de lo que pensaban, pronto todos contemplaban que el cielo pasaba de un naranja tenue a un rosa cálido.
-y bueno- rompió la quietud Wasser pues este odiaba los silencios largos
-debemos marcharnos, el problema es… ¿cómo saldremos de Aeridia estando a una altura tan lejana?- se pregunto Sckaifer siendo la primera vez que hablaba fuerte desde aquel suceso dentro del castillo.
-no tenemos muchas opciones aunque esperemos a que sea de día los leones de Lion Teeth nos atraparan de nuevo, el tiempo corre y conociendo a mi tío mandara todos los guardianes en nuestra búsqueda-  decía Aurinko mientras miraba al suelo del castillo
-¿Lav puedes conseguir más bombas de esas para aparecer y desaparecer?- le preguntaba la gotita mientras se posaba en la mano de este.
-Podría hacerlas pero necesito un poco de tiempo y algunas semillas especiales… tengo que bajar a córtalas de algunos árboles- respondía Lav con tono de emoción y algo ansioso
-Bien te ayudo- le dijo la gotita
-¡¿Lav estás loco como se te ocurre bajar que no ves en qué situación estamos?!- gritaba Aurinko mirando  a Lav con una mezcla de angustia y sorpresa.
-Ya vuelvo hermanita- y sin dejar decir a Aurinko otra palabra se aventó del tejado desapareciendo en la copa de un altísimo árbol cercano
El viento se hacía cada vez mas helado, el cielo los cubría como una colcha de color morado mostrando estrellas como salpicaduras blancas apropósito  en una pintura oscura, el castillo era majestuoso  parecía hecho de piedras rosas pálidas con tintes grisáceos ahí donde el tiempo había dejado su huella, la ciudad se extendía por debajo de aquellas torres que parecían perforarían la capa de ozono si tuvieran una piedra más en su composición, poco a poco las luces aparecían en las casas y comercios, algunas luces eran amarillas otras rosas, la gente aun seguía caminando como si fuera medio día y parecía una pequeña metrópoli rustica de hormigas desde nuestros amigos contemplaban Aeridia, poco les duro aquel hermoso paisaje.
-Rápido corran- susurro Sckaifer a Aurinko y Brann señalándoles un pequeño techo que se formaba entre el roce de dos columnas.
Un guardián con alas pequeñas surcaba  buscando entre las torres y techos del castillo, primero uno, después otro hasta que se empezó a llenar mas y mas el cielo de esta clase de guardianes todos como halcones en busca de ratones para la cena.
-fue más pronto de lo que pensé- decía Aurinko  mientras miraban a los esbirros desde su escondite.
-No tenemos mucho tiempo Lav debería estar aquí- fruncía el ceño Sckaifer mientras lo decía.
el tiempo pasaba y pudieron ver como en una de las torres cercanas las luces se iban encendiendo de abajo hacia arriba, podían ver como las ventanas adquirían un color amarillo señal de que los guardias subían en su interior, Aurinko señalo hacia otra torre la cual también comenzaba a encender sus luces de la misma manera ascendente, otra torre se unió a su iluminación…
-Otra más decía Sckaifer-
-Otra – señalo nuevamente Aurinko y pronto las 7 torres  iban encendiéndose con las pisadas de los guardias como una marcha agitándose para un combate., las puertas de una de las torres que daban a los balcones de las torres se fueron abriendo dejando pasar a un gran número de guardianes dispersándose por todo el balcón, seguido de otro portazo proveniente de otra torre.
-¡Busquen bien que no quede ninguna columna ninguna puerta! ¡NADA!- gritaba un guardia con un bastón negro y detalles azules.
Guardianes se arremolinaban  yendo de un lado a  otro dando la sensación de bultos azul pastel moviéndose  agitadamente, de pronto la torre donde se encontraban Sckaifer y compañía iba a la mitad de su iluminación, las pisadas se hacían cada vez más fuertes, cada vez más cerca y en un abrir y cerrar de ojos las puertas se abrieron de par en par con gritos y armas sostenidas por los guardianes.
-¡AHÍ ESTAN, LASTIMARON AL REY ATRAPENLOS!- diciendo esto uno de los guardias fue como una trompeta de ataque que provoco una marcha feroz sobre nuestros aventureros, Aurinko veía sorprendida y asustada aquel mini ejercito camino a ellos, Sckaifer buscaba la manera de salir de ahí pero no tenía ideas claras por la sorpresa y la multitud, alzando la mirada vio como los guardias se aventaron hacia ellos en eso apareció Lav abrazando a Sckaifer y Aurinko dejando caer una  bomba  de humo y aparición dejando una estela de humo blanco y a los guardias unos encima de otros.
-¡¿Qué rayos fue eso?!- gritaba Sckaifer mientras abría los ojos y veía las estrellas tan de cerca que casi podía tocarlas.
-¡¿Aurinko recuerdas aquella técnica de crear pequeñas nubes cuando éramos niños?¡- gritaba Lav mientras seguía abrazándolos.
-¡si pero de que servirá!- contestaba Aurinko
-Wasser y yo tenemos un plan solo haz pequeñas nubes lo más rápido que puedas- miraba Lav a Aurinko.
-un momento… estamos… ¿¡ESTAMOS EN EL AIRE!?- gritaba Sckaifer mientras veía hacia el suelo que para ese entonces parecía un precipicio infinito.
-No tenemos tiempo, los soltare ahora- grito Lav
-¡¿QUE ESTAS DEMENTE?!- se preocupaba Sckaifer- No, pero te puedo volver demente si quieres- lo miraba Lav.
En ese momento Lav soltó a Aurinko y se abrazo solo de Sckaifer-¿el plan no era soltarnos a los dos?- replicaba Sckaifer que ahora tenía Pavor.
-un poquito más no hace daño- decía Lav mientras lo apretaba fuerte – pronto me pedirás más- y con un guiño Lav se separo de Sckaifer este con una expresión de susto y asco.
Recobrando la razón Sckaifer se percato de que caía en picada hacia el “precipicio”, de pronto una nube apareció bajo él y lo amortiguo en el aire pero pronto esta nube se deshizo dejando caer nuevamente a Sckaifer.
-Quizás tengo que acumular más humedad en las nubes, ya casi estamos pasando Aeridia- decía Wasser desde  el hombro de Lav
- Buena idea Wasser y Aurinko tendrás que hacer las nubes más grandes para aguantarnos a  todos, Sckaifer no está acostumbrado las nubes si sigue así terminara estrellado-gritaba Lav desde una nube a Aurinko que se encontraba en otra y así prosiguieron, Lav paso a la nube de Aurinko y de ahí aparecieron debajo de Sckaifer el cual se había desmallado de la impresión.
-No resistió la presión atmosférica, tendremos que bajar más rápido de lo que pensé antes que lo afecte más, Wasser necesito que pongas mas humedad en la siguiente nube y Aurinko confió en que la harás mas grande- prosiguió Lav.
Así fueron de nube en nube reapareciendo y apareciendo con ayuda de las bombas humo y aparición de Lav, algunas nubes no resistían y rápidamente tenían que trasladarse a otra, ya estaban a unos 800 metros de altura por debajo de Aeridia, las nubes traslucidas cual humo se abrían paso dejándolos ver una serie de puntos blancos que se mecían con la brisa nocturna
-Aurinko necesito que hagas la nube lo más resistente que puedas por favor… solo me queda una bomba….- decía Lav pasando saliva.
-Está bien… aquí voy- respondía Aurinko con los ojos muy abiertos apuntando varios metros hacia abajo donde se formaba una  nube, tan solo bastaron un par de segundos para que la bomba de  Humo y aparición hiciera efecto y se encontraran en la nube a muy pocos metros del suelo., Aurinko y Lav sostuvieron con más fuerza a Sckaifer mientras levitaban y descendían lentamente al suelo.
-¡Si funciono!- decía Wasser mientras saltaba en el hombro de Lav.
-¿Ya estamos en tierra?- preguntaba Brann mientras salía de un bolsillo de Sckaifer algo temeroso- odio las alturas- prosiguió.
-Sí, si ya estamos seguros ahora solo falta…- pero Lav no pudo terminar de hablar siendo interrumpido por Aurinko que lo silenciaba señalando alrededor mientras recostaba Sckaifer en el suelo, y así Lav quedo perplejo que veía como unos dientes de león  blancos cual nieve fresca yacían en todo el extenso campo.
-Guarda silencio y ayúdame a despertar a Sckaifer antes que los leones se despierten- miraba Aurinko a Lav mientras Brann y Wasser estaban a cada costado del susodicho.
-Le..ones… así que las leyendas de que aquí abajo habitan “Bestias de muerte blancas” son ciertas, supongo que no solo eran inventos para no bajar de Aeridia- murmuraba Lav sorprendido.
-creo que  se como despertar a Sckaifer, es la segunda vez que se desmaya y eso es muy raro- enfatizaba Wasser mientras juntaba pequeñas partículas de humedad que a su vez formaban gotas de agua arremolinándose en el aire, pronto era una gran masa de agua que se extendía en lo alto a la altura de la cara de Sckaifer y sin más decir lo dejo caer al cual nuestro desmallado se irguió dando bocanadas de aire.
-¿Qué paso y Eld?, los guardias… ¿ustedes están bien?- preguntaba confuso Sckaifer.
-Vaya creo que si fue un gran desmayo el que tuviste, tranquilo escapamos y estamos todo bien- decía Aurinko
-Si incluso ELD- remarcaba Wasser con un tono de diversión.
Sckaifer contemplaba el panorama, campos extensos de verde oscuro con miles de “ dientes de león “meciéndose lentamente con aquella brisa nocturna, en eso un sonido estridente parecido a un aleteo de un ave pero muchas veces más elevado los interrumpió, miraron buscando el origen de ese sonido, alzaron la vista y vieron como un ave gigante volaba a gran altura, un ave majestuosa  con las plumas en escarlata intenso se adornaban con otras plumas en las puntas de color dorado puro, su pico era prominente dejando lanzar graznidos que quebraban aquel escenario de quietud, ningún león despertaba o se alarmaba por aquella ave parecían estar en estado de hibernación y el ave de igual manera ignoraba su presencia.
El ave se desplazo dando enormes vueltas de vez en cuando divisando hacia abajo cuando encontró en la mira a nuestros aventureros dejándose lanzar en picada hacia ellos.
-¡AL SUELO!- grito Brann.
Y por poco las garras de aquella ave pasaron casi rozando las manos de Lav que cubrían la cabeza del mismo, el ave regreso en un aleteo tan glorioso como aterrador dirigiéndose de nuevo hacia Sckaifer y compañía.
-Tenemos que huir, corran rápido- decía Sckaifer mientras daba tras pasos por efecto del  desmayo.
-¡Alguien lléveme! – gritaba la gotita dando saltitos en el pasto, y este fue tomado por las manos de Aurinko, Brann fue recogido por Sckaifer y así empezaron una persecución a campo abierto esquivando a los leones dormidos como si se tratara de un bosque de arboles blancos, dando zigzags entre cada uno de ellos y el ave que emitía un sonido hueco  detrás de ellos, la sombra del ave los cubrió por completo parecía que aunque se lanzaran no alcanzarían a salir de aquella proyección, el ave emitió una vez más aquel sonido que alarmaba a  todos y se dejo caer cuando Sckaifer paso un tramo donde no había leones siendo llevado por una de las garras de aquella bestia.
-¡RAYOS!-exclamaba Sckaifer mientras era elevado a los cielos con un movimiento de la garra del ave, este caía con gritos directamente hacia el pico del ave abierto de par en par y de repente y  todo oscuro… no había nada.
-¡NO!- gritaron Brann, Wasser, Lav y Aurinko al unisonó, cuando Sckaifer abrió los ojos se encontraba viendo hacia el suelo a gran altura, un dolor en el cuello le impedía respirar y hablar.
-¿De donde sacaste esa pluma que posa en tu espalda?- Emitió el ave con su voz profunda y serena.
Pero Sckaifer no podía respirar ni hablar pues estaba siendo ahorcado con su propia camisa que era estirada y sostenida por una de las garras de aquella ave.
-¡SUELTALO!- gritaba Wasser pero el ave aun seguía sosteniendo a Sckaifer asfixiándolo más, lo lanzo al piso y este cayó fuertemente.
-Dime de dónde has sacado esa pluma- exigió el ave., Sckaifer tosiendo adolorido por el golpe  y respirando profundamente finalmente escupió- ¿qué te importa?, no hay nada que puedas saber.
El ave se lanzo en picada nuevamente y Aurinko, Lav  el pequeño Wasser y Brann se ponían frente a Sckaifer para defenderlo como barrera.
-¡ALTO! ¡ALTO PORFAVOR!- se escucho una voz familiar- SOY YO FENIDIO, ELD- gritaba la pluma que había recobrado la razón desde que había estado en el ritual de transformación.
-Eld… pero niña menuda situación en la que me has metido, ¿conoces a estas personas?  Estaba a punto de devorarlas porque pensé que se habían robado una pluma de tu padre, ¿ qué estás haciendo por acá?- decía el ave mientras tranquilamente descendía al suelo.
-Por favor no delates donde estoy, te lo ruego y si ellos son mis amigos lamento no haberlo dicho antes pero no podía- contestaba la pluma.
-Ya veo, tranquila no te delatare pero debes saber que tu padre está furioso pero sobre todo preocupado, no ha sabido de ti desde hace tiempo, no se explica porque escapaste-
-Lo sé, estoy en una aventura para ayudar a mis amigos, tú conoces el valor de una amistad y el honor de ayudar si se requiere- proseguía Eld.
-Tienes razón y lo entiendo… prométeme que te cuidaras por favor- contesto Fenidio.
-Sobre eso, ¿podrías hacernos un gran favor, podrías llevarnos al mar de libélulas?- pregunto insistente la pluma recobrando un poco su carácter.
-Claro que puedo pero necesitamos un permiso para poder cruzar el mar de libélulas, verás que no se puede llegar y cruzar la frontera de un lugar a otro sin aviso, al menos no por estas regiones- decía el ave mientras miraba con detenimiento a Eld.
-¿Que… podemos hacer para obtener ese permiso?- pregunto Sckaifer con cierto enojo, mirándolo con detenimiento.
-Ese es el problema “ex-cena”, las personas que otorgaban los permisos han desaparecido por alguna razón no sabemos por qué- respondía el ave a Sckaifer.
-Pero y si no hay quienes den los permisos, ¿no da igual si cruzamos así simplemente?- hablaba la gotita.
-Técnicamente si… pero aun así tengo presentimiento que no es buena idea…- se expresaba el ave.
-Por favor Fenidio, tu y yo nos conocemos desde que yo era pequeña eres amigo de mi familia, es un favor… por nuestra amistad- Le suplicaba Eld a Fenidio.
Y con una exhalación Fenidio extendió una de sus alas hacia el suelo-Suban- concluyo el Ave y así se alzaron en el aire todos sosteniéndose de las plumas finas de Fenidio.
-Y ahora se dirigen al mar de libélulas, bien esto marcha bien- decía aquel ser desde las sombras  mientras contemplaba el ovalo de proyección.
-escucharon eso?...


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